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Tras decirle eso, me dijo que si yo quería podía invitarla un día a cenar, y así podía salir, yo me lo pensé y acepté, quedamos para el sábado. Miré hacia el espejo del bano y había otra nota escrita en él, pero con barra de labios rojo y en esta decía: Te Quiero. ?Por qué no nos vamos mejor a mi casa?La idea me resultó estupenda y sin haber planificado nada nos dirigimos a su apartamento. Esta mujer que me mueve el piso la conocí personalmente en julio de 2003, así que si andan por Palermo o por San Telmo y ven a una pareja que se besa con pasión y con nuestra descripción, somos nosotros, no lo duden. El gemía fuerte mientras pasaba sus manos por mi vientre y pecho haciendo un vaivén con sus caderas y apoyándome todo su velludo pecho en mi espalda. Ese día me levanté como siempre e hice las labores en mi casa y ya en latarde mientras lavaba los platos vi por mi ventana que un coche estabadetenido en el camino y había un hombre que había salido del coche pararevisar el motor, mientras el otro se quedaba dentro del auto. Era fenomenal que tras aquella masa corporal su orificio siguiera siendo tan estrecho, lo que nos daba gran placer a los dos. La Terra Chateo invité a seguir al estudio, en donde comenzamos a estudiar, poniéndola a realizar ejercicios, ella estaba concentrada, pero por mi parte no podía dejar de ver su bello cuerpo que se podía ver a través de la ropa insinuante que tenía puesta.